Las pelotas de pádel tienen una presión interna de entre 4,6 y 5,2 kg por cada pulgada cuadrada. Esto significa que botan menos que las pelotas de tenis, cuya presión interna es de 5,8 a 6,8 kg por pulgada cuadrada.
La presión se va perdiendo poco a poco una vez que abrimos el bote presurizado en el que vienen cuando las compramos.
Precisamente se envasan así para mantener la presión interna hasta su uso. Poco a poco pierden aire (y gas) y se van quedando flojas, se van desinflando por lo que conviene cambiar de pelotas regularmente.
Precisamente se envasan así para mantener la presión interna hasta su uso. Poco a poco pierden aire (y gas) y se van quedando flojas, se van desinflando por lo que conviene cambiar de pelotas regularmente.